miércoles, 6 de junio de 2012

Diente de león. Pide un deseo





Pide un deseo y sopla con todas tus fuerzas, tu deseo será concedido o ¿no?… Cuantos de nosotros hemos hecho alguna vez esto de niños, cuando la imaginación no tiene límites y te permite soñar, nos contaron que si soplabas a la vez que pedías un deseo este se concedía. Que cosa tan sencilla no solo nos hace pasar un buen rato, sino que además ayuda a la planta en la dispersión de sus semillas.


Los beneficios del diente de león (Taraxacum officinale) aunque muchos, no han sido probados científicamente. La creencia popular dice que ayudan a reducir el colesterol, es buena para mejorar la depresión, controlar la ansiedad, para las afecciones hepáticas, tiene propiedades diuréticas… Se usa en la cocina para las adoranar nuestras ensaladas, incluso las “brujas” las utilizaban en sus adivinaciones. En el siglo XVI los magos aseguraban que si te frotabas con un diente de león serías bienvenido en todas partes...



Pertenece a la familia de las Asteraceas o compuestas, sus hojas de bordes dentados van a renacer cada primavera desde la raíz. Sus flores de un color amarillo intenso, al madurar se transforman en "molinillos" blancos llenando nuestros campos cada primavera, aunque florece casi en todas las estaciones, es en esta última cuando se muestra en su mayor apogeo.
Es un estupendo ejemplo de planta adaptada a la supervivencia, las flores se cierran al atardecer, pero también si hay una gran tormenta para protegerse.  Sus semillas se dispersan con facilidad dejándose mecer por el viento, o anemofilia, atrae a gran variedad de insectos para que la polinicen, su forma les permite obtener la mayor cantidad de luz…

Como pequeñas hadas voladoras impulsadas por la caricia del soplo de un niño, nuestras semillas se van para florecer el próximo año. Pero en la naturaleza hay una gran variedad de formas interesantes de dispersar las semillas de las que hablaremos en otra ocasión.




Blanca Herrera Sanz