EL LAGARTO CELADO
Los cortejos de los lagartos comenzaron en abril, de manera general, aunque según su distribución hay diferencias. El macho se vuelve más vistoso y muy agresivo, no van a permitir que ningún competidor se lleve a las hembras. Claro que también se vuelve descuidado y puede ser nefasto para el, que pendiente de defender el territorio, se hace un blanco fácil para la culebra bastarda (Malpolon monspessulanum), el águila culebrera (Circaetus gallicus)… incluso cigüeñas o garzas y zorros… Por eso, en esta época del año la mortalidad de estos lacértidos es bastante elevada.
Si sobrevivió, cortejaría a la
hembra persiguiéndola sin descanso, y no dudaría en morderle diferentes partes
de el cuerpo e incluso arrancarle la cola con tal de sujetarla.
Hacia mediados de junio
realizaron las puestas de entre 7-24 huevos blancos, elípticos y apergaminados,
con todo lo necesario para aguantar un periodo de 70-95 días de incubación. En
realidad los cuidados parentales se reducen a escavar una pequeña galería en una
zona donde lleguen los rayos de sol y con tierra húmeda, donde deposita los
huevos.
A primeros de septiembre los primeros huevos de lagarto ocelado dan sus frutos y pronto podremos ver
correr a estos diminutos reptiles. Los primeros nacimientos tienen lugar en esa
época, aunque podremos verlo hasta principios de octubre. Son del tamaño de
nuestro dedo corazón, entre 100 – 120 m.m. Aprovecha para disfrutar de su vista
porque llegados los meses de noviembre a febrero, aquellos que sobrevivan
hibernarán y tendremos que esperar otro ciclo para poder verlos de nuevo.
Blanca Herrera
Blanca Herrera