viernes, 19 de abril de 2013

Lagarto ocelado (Timon Lepidus antes Lacerta lepida)


EL LAGARTO CELADO



        
     Los cortejos de los lagartos comenzaron en abril, de manera general, aunque según su distribución hay diferencias. El macho se vuelve más vistoso y muy agresivo, no van a permitir que ningún competidor se lleve a las hembras. Claro que también se vuelve descuidado y puede ser nefasto para el, que pendiente de defender el territorio, se hace un blanco fácil para la culebra bastarda (Malpolon monspessulanum), el águila culebrera (Circaetus gallicus)… incluso cigüeñas o garzas y zorros… Por eso, en esta época del año la mortalidad de estos lacértidos es bastante elevada.

             Si sobrevivió, cortejaría a la hembra persiguiéndola sin descanso, y no dudaría en morderle diferentes partes de el cuerpo e incluso arrancarle la cola con tal de sujetarla.
Hacia mediados de junio realizaron las puestas de entre 7-24 huevos blancos, elípticos y apergaminados, con todo lo necesario para aguantar un periodo de 70-95 días de incubación. En realidad los cuidados parentales se reducen a escavar una pequeña galería en una zona donde lleguen los rayos de sol y con tierra húmeda, donde deposita los huevos.
             A primeros de septiembre los primeros huevos de lagarto ocelado dan sus frutos y pronto podremos ver correr a estos diminutos reptiles. Los primeros nacimientos tienen lugar en esa época, aunque podremos verlo hasta principios de octubre. Son del tamaño de nuestro dedo corazón, entre 100 – 120 m.m. Aprovecha para disfrutar de su vista porque llegados los meses de noviembre a febrero, aquellos que sobrevivan hibernarán y tendremos que esperar otro ciclo para poder verlos de nuevo.


Blanca Herrera