La primavera es una estación llena de vida y transformaciones, de color y alegría... En nuestro Centro podemos ver en esta época todo tipo de cortejo y el nacimiento de nuevas crías, algunas ya han llegado para alegría nuestra y de nuestros visitantes.
Si dedicas un tiempo a la instalación de nuestra pareja de lince boreal (Lynx lynx) puedes oír a Pincel, nuestro macho, realizar largas y roncas llamadas a la hembra, Brocha, con la esperanza de que esta le responda. Ella, juguetona y altiva, realiza majestuosos movimientos de felina mientras decide si le hace sufrir un poquito o permite que se acerque y comience el ritual de apareamiento, dejándolo interrumpir su solitaria vida.
Cuando esto sucede Brocha lo hace saber con un majestuoso levantamiento de cola. Veremos persecuciones, algún que otro cabezazo, arrumacos, lamidos mutuos, reconocimientos olfativos entre ambos… pero esto durará poco, los linces tienen un solo celo al año y ya está acabando.
No sé si tendremos suerte y Brocha, nos traerá descendencia algún día, ahora ya solo nos queda esperar…
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